Las
víctimas, víctimas son
Hace siete años tuve
ocasión de vivir una experiencia que marcó mi trayectoria como alcalde de
Tolosa. El Ayuntamiento organizó un homenaje en recuerdo a todas aquellas
víctimas del terrorismo que fueron asesinadas en la localidad o que, siendo de
Tolosa, fueron asesinadas fuera del municipio. Esta iniciativa me dio la
oportunidad de hablar con todas y cada una de sus familias; escuchar sus
vivencias, opiniones, quejas, duelos y recelos; conocer su valoración sincera
en relación a las instituciones, los responsables políticos y la propia
sociedad.
Recuerdo que durante los
días previos a la organización del acto se me acercaron la viuda y los hijos de
una persona que también había muerto de forma violenta. Pronto se
cumplirán 35 años de aquella fatídica noche de 1982 en la que Marcelo
Garciandia, un joven tolosarra de 37 años y padre de tres hijos, volvía a casa
tras haber cenado con sus compañeros de trabajo. Paró su coche junto a la
carretera para limpiar el vaho del cristal delantero y, al poco, un funcionario
del Estado le hirió de gravedad con un disparo realizado de frente a corta
distancia. Marcelo murió dos días después. Estos dos días fueron suficientes
para relatar a sus allegados lo acontecido y para que, tras largos años y
numerosos juicios, el funcionario fuera condenado a seis años de cárcel.
Esa familia, que vive
destrozada desde aquella infausta noche, me pidió que también Marcelo
Garciandia fuera reconocido como víctima del terrorismo en el homenaje que
estábamos organizando. Sin embargo, no pudimos hacerlo porque la ley de
víctimas del terrorismo no lo permitía. Sentí una profunda impotencia y, como
resarcimiento moral, me comprometí personalmente a ayudarles en la medida de
mis posibilidades.
Han pasado siete años y
ahora, gracias a la aprobación de una nueva Ley en el Parlamento Vasco,
dispongo de una herramienta para ayudar a la familia Garciandia y a quienes,
como ellos, han sufrido de manera similar. Por eso, la semana pasada
formulé una pregunta en el Senado a Mariano Rajoy para conocer las razones que
le han llevado a recurrir esta Ley, impidiendo su aplicación. Quería conocer,
de primera mano, las razones que le llevan a decidir presentar recurso a la Ley
2016 para el reconocimiento y reparación de víctimas de vulneraciones de
Derechos Humanos en el contexto de la violencia política en la Comunidad
Autónoma Vasca entre 1978 y 1999; recurso que deja desamparadas a personas como
Marcelo. Quería saber por qué, con qué argumentos, les niega su condición de
víctimas, cuando está probado que murieron por acciones violentas de indudable
y dictaminada motivación política. Rajoy me respondió en su mejor estilo,
balones fuera, ni razones ni argumentos, y hasta hoy.
Esta ley no nace de la
nada, sino que es consecuencia de un amplio acuerdo político en el Parlamento
Vasco suscrito por PNV, EH Bildu, PSE y PP. Un acuerdo que instaba al Gobierno
Vasco a reconocer y reparar a las víctimas de Derechos Humanos provocadas por
abusos de poder o uso ilegítimo de la violencia policial. ¿Hay alguien capaz de
negar que Marcelo Garciandia sea una víctima? ¿Hay alguien capaz de
negarle este reconocimiento? La sociedad a través de sus instituciones, ¿no
tiene que reparar, de alguna u otra forma, el sufrimiento tan injustamente
causado? Esta familia ¿no podrá recibir nunca el reconocimiento que merece?
Esta Ley del Parlamento
Vasco ha nacido del consenso político, incluido el PP, y cuenta con el respaldo
expreso de organizaciones del ámbito internacional de los derechos humanos. El
Gobierno español del PP no atiende a consensos ni respaldos, ni razones ni
argumentos; se aprueba la Ley, pero el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy,
presenta recurso al Tribunal Constitucional y deja incomprensiblemente
desamparadas a esta familia y a 300 más. En contraste, la iniciativa
presentada en 2012 por el Gobierno Vasco del entonces Lehendakari Patxi López,
que ha permitido dar respuesta a 174 víctimas, no ha tenido ningún problema
legal. Era similar a esta, aunque para muertes producidas entre los años 1960 y
1978. ¿Por qué lo que era legal y aceptable para ese periodo de tiempo, no lo
es para el que plantea la nueva Ley?
Es importante analizar
en detalle la justificación que se utiliza para negar el derecho a la memoria,
la reparación, la restauración y la justicia de todas estas
víctimas. El Presidente español arguye que el Gobierno Vasco quiere sobrepasar
sus funciones y convertirse en poder judicial, para lo cual no tiene
competencia. Es un argumento falaz, porque todos los casos que trata de cubrir
esta Ley alcanzan hasta el año 1999, lo cual significa que están prescritos y
no pueden ser juzgados. No se les reconoce porque no están juzgados y no se les
juzga porque las causas están prescritas. Un galimatías del gusto de Rajoy que
le permite presentar el recurso, negar la evidencia y condenar al olvido a
todas estas víctimas.
El Gobierno Español no
quiere atender a razones, porque el derecho internacional y la doctrina de los
tratados y acuerdos internacionales, confirman que el proceso administrativo,
que es el objetivo que establece el Gobierno Vasco, es posible sin necesidad de
que exista una sentencia judicial. Es muy fácil de entender, si ocurriera un
atentado con bomba y se produjeran muertes, existirían víctimas,
independientemente de que, por las razones que fueran, se celebrara juicio o
no. Más en concreto, la resolución 60/147 de Naciones Unidas dice
que la víctima será reconocida con independencia de si el autor ha sido
identificado, aprehendido, juzgado o condenado. También el artículo 2 del
Convenio Europeo sobre indemnización a las víctimas dice que la reparación se
concederá aunque el autor no pueda ser perseguido o castigado.
En definitiva las
víctimas existen y la Ley que ha sido recurrida por Mariano Rajoy las reconoce
y les dota de los derechos que les corresponden, entendiendo que los mismos
forman parte del núcleo esencial de los derechos humanos. Las víctimas,
víctimas son y merecen un respeto. Mantengo mi compromiso y seguiré trabajando
para que la familia de Marcelo Garciandia reciba el trato que merece, también
por parte del Presidente Rajoy, quien regatea en corto para negar a la familia
el trato y consideración que merece.
Mi
artículo de opinión, hoy en Diario Vasco http://www.diariovasco.com/politica/victimas-victimas-20170923113336-nt.html
Adelante Jokin, nada te da tanta fuerza como lo que es justo...
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