El
‘Guernica’ debe erigirse sobre sus raíces
Hoy
se cumplen 35 años del traslado del cuadro ‘Guernica’ desde Nueva York hasta
Madrid. Gracias a este acercamiento, muchos vascos y vascas tuvimos ocasión de
contemplar por primera vez el célebre cuadro de Picasso, icono del arte
del siglo XX y, para nosotros, expresión del sufrimiento y el dolor que
padecieron nuestros antepasados en una guerra que les fue impuesta de manera
injusta y cruel.
Para
mucha gente este hecho simbolizó el punto final de la Transición, sin embargo
para los vascos el acercamiento del cuadro, como la propia transición, tan solo
supuso un punto y seguido en nuestras reivindicaciones.
De
hecho, nuestro objetivo es que el ‘Guernica’ se exponga en la tierra que da
nombre al cuadro; en el lugar que el 26 de abril de 1937 sufrió la barbarie en
la que se inspiró Pablo Picasso, la que quiso condenar a través de su
desgarradora expresión artística; en la nación en la que aún residen varios
testigos de aquel oprobioso ataque acerca del cual aún no han recibido perdón
alguno por parte de ningún Gobierno del Estado debido a la
responsabilidad de España en aquel acto; un perdón que sí pidió el
Gobierno alemán hace ya 19 años, por la participación de la Legión Cóndor en el
ataque aéreo.
Pero
el Gobierno del Estado niega a los gernikarras y a los vascos ambas
posibilidades: la del perdón a las víctimas y la del traslado del cuadro hasta
el lugar en el que arraigan las raíces de la obra artística de Picasso. La
excusa para la primera es que el ataque fue ordenado por un gobierno ilegítimo
formado tras un golpe de Estado, hecho que contradictoriamente tampoco
condenan, mientras que para la segunda, las complejidades técnicas sirven como
argumento para esconder que en realidad se trata de un motivo político.
Han
sido muchas las iniciativas presentadas por EAJ-PNV en relación al traslado del
“Guernica” a Euskadi. Tan solo en el Senado hemos realizado preguntas en Pleno,
a los ministros y al propio Presidente del Gobierno; Preguntas y Mociones en
Comisión; Interpelaciones a ministros; entrevistas con la Directora del Museo
Reina Sofía... Pese a nuestros repetidos esfuerzos sólo hemos obtenido la
negativa por respuesta.
El
próximo 26 de abril será en el año 2017; es decir, se cumplirán 80 años desde
que la barbarie y la crueldad sobrevolaran Gernika dejando a su paso fuego,
muerte y desolación; elementos que Pablo Picasso plasmó de manera acertada e
impactante en su maravillosa obra. Cientos
de personas murieron entonces y miles de gernikarras que fueron testigos de la
infamia han ido falleciendo con el transcurso de los años sin que nadie les
hubiera pedido perdón por ese sufrimiento ni por los cuarenta años de
humillación que supuso el silencio impuesto por el régimen del dictador. Aún
quedan varios supervivientes para quienes sería un gran homenaje y una muestra
de perdón que el cuadro que mejor simboliza la barbarie de la guerra y, más
concretamente, del bombardeo de Gernika llegara, por fin, a su verdadera casa.
A sus raíces.
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