Comenzamos la
semana con evidentes síntomas de resaca política de estos últimos días. De todo
el fin de semana, quizás lo que más me ha llamado la atención ha sido la
actitud del ministro español en funciones José Manuel García-Margallo. Lo digo
porque me preocupa que gente que se considera intelectualmente un referente sea
capaz de plantear en Donostia un paralelismo entre terrorismo y proceso
catalán. Dónde y en Donostia, cuándo y la víspera del 15 aniversario del ataque
terrorista a las torres gemelas de Nueva York.
Probablemente,
García-Margallo sea de los políticos que tiene a Maquiavelo entre sus libros de
cabecera. Pero, sea así o no, evidencia una actitud por parte del responsable
político que no es agradable a los oídos de todas aquellas personas que de una
manera u otra han sufrido las consecuencias del terrorismo.
Por otro
lado, estamos asistiendo a un momento en el que los responsables políticos en Madrid
no saben qué hacer con su agenda y deciden visitar Euskadi. No son capaces de
resolver la ecuación que la ciudadanía les ha planteado por dos veces y, como
no demuestran ni ganas ni inteligencia para hacerlo, parece que quieren que la ciudadanía
hable por tercera vez. Sin embargo, aunque no saben qué hacer, vienen a Euskadi
a decirnos lo que tenemos que hacer, o a hablar de problemas que no son
nuestros.
La ciudadanía
vasca necesita que le hablen de empleo, de economía, de industria, de normalización…
Esas son nuestras preocupaciones. Pero vienen a Euskadi por unas horas y nos
hablan de su incapacidad para formar gobierno. A modo de ejemplo, cito lo que ha
dicho una responsable del Partido Popular en su corta visita a Euskadi: “El
voto al PP en el País Vasco es un voto para desbloquear España”. El PP lo que
tiene que hacer es ponerse las pilas y, en lugar de venir a Euskadi a sacarse
fotos, trabajar para que la verdadera foto sea que son capaces de conformar un
gobierno responsable, estable y que dé servicio a la ciudadanía.
Veremos qué intención
tiene el Partido Popular esta semana en la que se constituyen las Comisiones en
el Senado. En la frustrada pasada legislatura, la que comenzó tras las
elecciones del 20D, las Comisiones que sí se constituyeron no se reunieron ni
una sola vez, ¡ninguna!, y resulta que uno de los órganos importantes en la organización
del Senado, como es la Diputación Permanente, no la constituyen. Rita Barberá
condiciona la Constitución de esta Diputación, y como Rajoy debe mucho a la
exalcaldesa de Valencia, el PP no hará nada que pueda perjudicarla, si puede
evitarlo. Es decir, comienza una semana en la que una vez más las instituciones
en Madrid están paralizadas.
Los vascos y
las vascas estamos a otra cosa; tenemos la posibilidad, y así lo estamos
haciendo, de seguir nuestro propio camino. Trabajando mucho, con un compromiso
evidente con las personas y tomando referentes para que nuestra sociedad esté
entre una de las más avanzadas del mundo, tal y como muestra el índice de desarrollo
humano donde Euskadi ocupa el octavo lugar. ¡Octavo en el mundo! Esta es
nuestra línea y nuestro objetivo.
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