jueves, 26 de noviembre de 2015

El valle del fascismo



No pensé que iba a sentir tanta indignación y tristeza al visitar el Valle de los Caídos. Ayer fui por primera vez, y creo que será la última. No lo hice por gusto, sino por conocer de primera mano ese vergonzoso lugar del que tanto hemos debatido en el Senado por tratarse de un monumento de humillación para quienes murieron defendiendo la legalidad vigente en 1936 tras el golpe de estado dado por el dictador.

Triste, porque esa es la sensación que me embargó la visita realizada. Basta aproximarse a la basílica, para advertir el despropósito de esta obra. Grande por fuera, desgraciada por dentro. El paisaje exterior es excepcional; la basílica se define sobrecogedora, fría, dura. Me recuerda a las peores imágenes del nazismo.

Dos escudos preconstitucionales con el águila imperial dan la bienvenida a la explanada principal. Nada más entrar, un cartel que conmemora la inauguración del templo muestra el nombre del dictador acompañando al del Papa Juan XXIII. Incomprensible. Todavía me sorprende que la propia Iglesia no retire una placa en la que aparece definida su connivencia con el significado de una mugre de Estado.


Indignante, porque tras avanzar por un edificio interminable escarbado bajo la montaña gracias a los forzados trabajos de sufridos presos republicanos, las tumbas del dictador y del fundador de la Falange ocupan el lugar preferencial de la zona principal, del altar. En la lápida del primero hay un ramo de flores; en la del segundo, dos. ¿Quién en su sano juicio puede depositar ramos de flores a un dictador, un asesino? ¿Qué Gobierno puede permitir un incumplimiento tan flagrante de la Ley de memoria histórica? ¿Qué gobierno puede ser tan permisivo en contra del sentido común, del pensar de la ciudadanía?



Una persona custodia el templo; o tal vez solo las tumbas de tan ignominiosos personajes, a tenor del marcaje visual al que me somete cada vez que me desplazo por la estancia. Le pregunto por el lugar donde están depositados los cadáveres de los más de 50.000 asesinados como consecuencia de la acción de ese dictador enterrado en un lugar principal de la basílica, pero asegura desconocer la respuesta.

Es extraño que sea tan complicado conocer su ubicación, tratándose de un monumento que, en teoría, homenajea a todos los caídos. Me fui triste e indignado del lugar, tratando de imaginar, si yo me sentía así, qué podrán pensar al ver este monumento quienes perdieron a un ser querido por culpa de la acción del asesino dictador, quienes en contra de su voluntad mantienen enterrados a sus allegados junto al cadáver del máximo responsable de su temprana e injusta muerte.


Antes de salir, pasé por la tienda de la basílica; todavía me entristecí más al ver dos postales publicadas por Patrimonio Nacional donde se podían ver, discreta pero sin duda intencionadamente, las tumbas de José Antonio Primo de Rivera y de Francisco Franco; en las fotos, ambas se ven adornadas con ramos de flores. ¿Es este el significado de la reconciliación? Incumplir la ley y recordar a un dictador. A eso se le llama Fascismo puro.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Bildarratz: "Crear puentes significa alcanzar pactos, y alcanzar pactos implica su cumplimiento"



Bildarratz: “Crear puentes significa alcanzar pactos, y alcanzar pactos implica su cumplimiento”

Jokin Bildarratz ha destacado la importancia de alcanzar acuerdos en materia de territorialidad, subrayando sin embargo la necesidad de su leal cumplimiento para que estos sean válidos.

El senador jeltzale ha realizado esta declaración en el acto de presentación del libro ‘Innovación Política’, que recoge las reflexiones realizadas por los representantes políticos vascos en la actividad del mismo nombre de los Cursos de Verano de la UPV-EHU.
Bildarratz ha llamado a trabajar con rigor en la amalgama de posturas que existen en referencia al modelo territorial en Euskadi, que “se mueve entre la recentralización y la independencia”. Asimismo, ha asegurado que se debe “posibilitar una reflexión para que la ciudadanía desarrolle un marco de convivencia que entienden como objetivo en base a sus representantes”.
El portavoz de EAJ-PNV en el Senado ha sido el director del citado curso junto al profesor de la Universidad de Oxford Igor Calzada, y ambos han destacado los cuatro ejes que estructuran el discurso y la práctica de la política vasca en base a esa experiencia: la Reforma Cons¬titucional, el Autogobierno, el Derecho a Decidir y la Independencia. “En tiempos de guerra y trincheras lo primero que se revienta son los puentes, como ha ocurrido en Cataluña. No ha habido una reflexión común. Habrá que construir puentes más pronto que tarde, y este libro pretende trabajar en base a esos elementos que son la creación de puentes y la innovación política”.
En los pasados cursos participaron los máximos representantes de los partidos políticos vascos, Andoni Ortuzar, Hasier Arraiz, Idoia Mendia, Arantza Quiroga y Roberto Uriarte. Los dos últimos ya no ocupan esos cargos, circunstancia reseñable en opinión del senador. “La política vasca está viva, cuando faltan dos de los cinco representantes del pasado verano”. Bildarratz ha agradecido su participación en el evento, en el que ha recordado que, pese a sus posiciones tan dispares, “todos coincidieron en la necesidad de una reforma de la Constitución”.


Bildarratz: “Zubiak eraikitzeak akordioetara heltzea eskatzen du, eta akordioetara heltzeak hauek betetzea eskatzen du"

Jokin Bildarratzek lurraldetasun gaietan akordioetara heltzeak duen garrantzia azpimarratu du, hori bai, hauek baliagarriak izan daitezen leialki betetzearen beharra nabarmenduz.

Senatari jeltzaleak ‘Berrikuntza Politikoa’ liburuaren aurkezpenean eman du iritzi hau, hain zuzen ere, EHUko Udako Ikastaroetan izen bereko jardueran euskal alderdi politikoetako ordezkari nagusiek egin zituzten hausnarketak jasotzen dituen liburua.
Bildarratzek Euskadiren lurralde ereduaren inguruan dauden ikuspegi sorta zabalean zorrotz lan egitera deitu du, “birzentralizazioa eta independentziaren artean” dabiltzan ikuspegietan. Gainera, “hausnarketa sustatu behar da hiritarrek euren ordezkariek eskaintzen dituzten helburuen araberako elkarbizitza esparru bat garatu” behar dela aipatu du.
Senatuko EAJren bozeramailea aipatutako ikastaroko zuzendaria izan zen Oxfordeko Unibertsitateko irakasle den Igor Calzadarekin batera, eta biak bat datoz euskal politikaren diskurtsoa eta praktika lau ardatzen inguruan mugitzen dela ulertzean, izandako esperientziaren arabera: Konstituzioaren berritzea, autogobernua, erabakitze eskubidea eta independentzia. “Gerra eta lubaki garaietan lehertzen den lehen gauza zubiak dira, Katalunian gertatu den moduan. Ez da hausnarketa komunik egon. Lehenago edo beranduago zubiak eraiki behar dira, eta liburu honek oinarri horien inguruan lan egitea du helburu: zubiak sortu eta berrikuntza politikoa”.
Aipatutako Udako ikastaroetan euskal alderdi politikoen arduradun nagusiek hartu zuten parte, Andoni Ortuzar, Hasier Arraiz, Idoia Mendia, Arantza Quiroga eta Roberto Uriarte. Azken biek dagoeneko ez daude euren karguetan, eta hori azpimarragarria da senatariaren aburuz. “Euskal politika bizirik dago, joan den udan ordezkari nagusi ziren bostetik bi falta direnean”. Bildarratzek denen parte hartzea eskertu du eta, gogoratu duenez, nahiz eta ikuspuntu guztiz desberdinak izan,  “guztiak bat etorri dira Konstituzioa berritu egin behar dela irizterakoan”.

domingo, 25 de octubre de 2015

El Estatuto de Gernika, una Ley incumplida



Ha finalizado la actividad parlamentaria de la décima legislatura de Cortes Generales. Una legislatura dura. Así la ha vivido la sociedad, especialmente los colectivos más débiles y vulnerables. Así la hemos vivido quienes nos hemos topado con un Partido Popular enrocado en su mayoría absoluta. Hace cuatro años recibieron un amplio respaldo y han cometido un grave error de interpretación. No han sido conscientes de que la sociedad les demandaba entendimiento y concertación ante la gravedad de la crisis y el desempleo. En lugar de acercar posturas y aplicar la generosidad, han utilizado su mayoría absoluta para imponer sus tesis y tensionar las relaciones. Han hecho un uso abusivo de su posición de fuerza y el resultado es que han dilapidado una legislatura en la que, ciertamente, han recibido “cinco avisos” que no han querido escuchar ni atender. 

Una de las heridas que ha abierto el Partido Popular ha sido la nefasta gestión del conflicto catalán. Es una opinión ampliamente compartida por todos los partidos de la oposición; por todos, sin excepción. Paradójicamente, la apertura del AVE Madrid – Barcelona  ha coincidido con un mayor distanciamiento y tensión en las relaciones. El Partido Popular ha querido llevar su estrategia de la cerrazón hasta el final y el último texto legislativo que debatimos en la Cámara Alta fue la Proposición de Ley para la reforma del Tribunal Constitucional. Una reforma que el PP ha impuesto y aprobado en solitario, desoyendo argumentos jurídicos, políticos e institucionales; redactada con el único objetivo de tratar de inhabilitar al President Mas. 

El argumento que ha utilizado Mariano Rajoy para ejecutar sus políticas en relación a Cataluña ha sido el “estricto cumplimiento de la ley” por parte de los poderes públicos. Un argumento que resulta una auténtica falacia leído precisamente un 25 de octubre en Euskadi. Hoy se cumplen 36 años de la aprobación en referéndum del Estatuto de Autonomía de Gernika. Una Ley Orgánica que el Gobierno español ha incumplido y sigue incumpliendo. Durante la presente legislatura hemos asistido a la evidente escalada de tensión con Cataluña, pero conviene dejar constancia de que la cerrazón del Gobierno Rajoy ante los ofrecimientos de diálogo y entendimiento del Gobierno Vasco alimentan también una tensión latente en Euskadi.

El Grupo Vasco en el Senado ha querido cerrar la presente legislatura con una propuesta constructiva, presentando un texto que posibilitase la reafirmación del cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika. Recabamos el apoyo de todos los Grupos, todos con una única excepción, precisamente el Partido Popular que habla de cumplimiento de la ley, pero es incapaz de aplicarla a esta Ley Orgánica que sigue incumplida.

El Estatuto de Gernika fue ratificado como pacto político.  De la interpretación conjunta del artículo 2 y la Disposición Transitoria Segunda de la Constitución, así como la Disposición Adicional del Estatuto, cabe sostener la naturaleza cuasi-constitucional del Estatuto de Gernika y la particularidad jurídico-constitucional del Autogobierno vasco. Ha sido el instrumento jurídico-político que ha permitido la institucionalización de Euskadi y, justo es expresarlo, ha posibilitado la articulación de la convivencia interna y con el Estado.

El problema es que, 36 años después, el Estatuto de Gernika sigue sin ser cumplido. ¿Cómo se entiende que en un Estado de Derecho sea el propio Ejecutivo central el que violente una y otra vez la ley? ¿Qué legitimidad tiene un Gobierno para exigir el cumplimiento de la ley cuando es el propio Gobierno quien la incumple? Estos incumplimientos son relevantes y en el último debate citado utilicé dos ejemplos de clara actualidad. Así, el artículo 18.2 del Estatuto atribuye a Euskadi la competencia de la “gestión del régimen económico de la Seguridad Social”. También corresponde a la Comunidad Autónoma del País Vasco la ejecución de la legislación en materia penitenciaria. Dos claros ejemplos de incumplimiento legislativo. Hay más, porque son en total 32 las competencias pendientes de transferir de forma completa o parcial.

Hoy Euskadi se topa con la cerrazón del Gobierno español. Se ha degradado el contenido y la naturaleza del pacto político estatutario. Por eso demandamos continuamente la recuperación del espíritu de pacto que comporta el mutuo reconocimiento y la bilateralidad con garantías de cumplimiento de lo acordado. El Estatuto de Gernika es una Ley Orgánica, refrendada por la ciudanía vasca que debe ser cumplida. No hacerlo, hacer ostentación de su incumplimiento, proceder a la invasión legislativa, promover la recentralización, supone cuestionar el Autogobierno vasco y deriva en desafección y distancia.

La presente legislatura ha sido dilapidada por el Gobierno de la mayoría absoluta del Partido Popular, pero el nuevo tiempo en Euskadi sigue llamando a la puerta. En estos momentos hay constituida una Ponencia de Autogobierno en el Parlamento Vasco. En la misma se ha hablado de las diferentes visiones que conviven en una Euskadi plural con respecto a la arquitectura institucional. Una reflexión abierta y un gran momento para aplicar la altura de miras y la generosidad en la definición del futuro político para Euskadi. Nuestro Grupo, tanto en el Congreso como en el Senado, ha mantenido la mano tendida durante toda la legislatura. El Lehendakari, una y otra vez, ha tendido la mano al Presidente Rajoy. Nada. Silencio. El Ejecutivo central ha desperdiciado toda una legislatura en su relación con Euskadi. Lo mejor es que esta termina y pronto comenzará una nueva. Nuestra voluntad seguirá siendo la misma, esperamos que  el mensaje del Lehendakari Iñigo Urkullu sea atendido, porque ciertamente la política necesita de los cuatro elementos básicos que plantea: diálogo sincero y respetuoso; negociación leal; acuerdo como fruto de lo anterior; ratificación de la ciudadanía y respeto. Es la propuesta política de un método de trabajo compartido, y obviarla y desatenderla nos alejará de la solución; tanto en Euskadi como en Cataluña.   


jueves, 18 de junio de 2015

La justicia española no está sirviendo a la sociedad del siglo XXI


La lentitud y el déficit de imparcialidad de la justicia española, así como la falta de consenso en el debate de los proyectos de ley propician que nuestro Grupo Parlamentario haya emitido un suspenso a la labor desarrollada por el ministerio dirigido por Rafael Catalá. Así se lo expresé al ministro en la sesión de control al Gobierno la semana pasada en la Cámara Alta. 

Los datos del Consejo General del Poder Judicial constatan que pese a haberse registrado en 2014 un mayor número de asuntos ingresados en todas las jurisdicciones que en 2013, el número de asuntos resueltos es menor. Asimismo, comparando el último año de la legislatura pasada, el 2011, con el ejercicio de 2014, bajo el mando del Partido Popular, se revela que tanto en números absolutos como proporcionales, el número de asuntos resueltos fue mayor durante el mandato socialista.



Fue el antecesor de Catalá en el cargo de ministro, Alberto Ruiz Gallardón, quien opinó, a principio de la legislatura actual, que la Administración no estaba respondiendo como necesita a los retos de la sociedad del siglo XXI. 

El entonces ministro citó como claves para alcanzar ese objetivo: superar tanto la escasa imparcialidad de la justicia como su lentitud, así como lograr el consenso necesario en el debate de todos los proyectos de ley. La legislatura está a punto de acabar y aunque el Grupo Parlamentario Vasco ha presentado cientos de enmiendas, se nos ha aprobado únicamente una; y, en cuanto a la lentitud, hemos podido saber que actualmente se están fijando juicios incluso para el año 2019. 

Debido a esas razones, la evaluación de EAJ-PNV para el ministerio de Justicia es un suspenso.

lunes, 4 de mayo de 2015

El ministerio del tiempo


Recientemente, se ha emitido con éxito en la televisión pública estatal una serie que lleva el título que encabeza esta columna. El Gobierno español controla un secreto ministerio en el que sus agentes viajan, a través de puertas del tiempo, a destacadas etapas de la historia del país. Así, en un abrir y cerrar de puertas, lo mismo rescatan a un soldado de los Tercios de Flandes para que ejerza como disciplinado funcionario que plantan cara a la Inquisición, tratan de interceder por Federico García Lorca o se aseguran de que el Guernica de Picasso sea entregado a España. Todo ello empleando los más modernos smartphones o, si el caso lo requiere, una potente motocicleta a la que acceden desde la ventaja que supone poder viajar hasta el momento actual.

La pasada semana me pareció estar viviendo dentro de uno de esos capítulos. Me ocurrió mientras me documentaba para debatir en el Senado la Proposición de Ley para la reforma de la norma que regula el ejercicio de la gracia de indulto. Una ley que, para empezar, data de 1870. Les pongo en situación. Con motivo de la Semana Santa y a propuesta de las cofradías son indultados 11 presos que han cometido diferentes delitos. 

Aunque usted pueda haberlo pensado, no es el prefecto Poncio Pilato quien se ha animado a ser magnánimo con ellos, además de con el asesino convicto Barrabás. Tampoco es una situación que se haya registrado hace 2.000 años, tiempo al que hubieran podido trasladarse los agentes ministeriales de la ficción televisiva. No. Lo hizo el Gobierno español y en pleno siglo XXI. ¿Es normal que sean las cofradías las que propongan al Consejo de Ministros qué personas tienen que ser indultadas y que no lo hagan jueces o fiscales?

Este es solo uno más entre los numerosos indultos que han ido otorgando los sucesivos Gobiernos centrales, tantopopulares como socialistas. Entre 2000 y 2008, el 55,7% de los indultos se dieron con el PP y el 43% con el PSOE, según datos publicados en la revista española de investigación de criminología. De ahí la necesidad que observamos de modificar esta ley que regula el indulto y que actualmente solo es un insulto. A la ciudadanía, claro.

El portavoz del PP argumentó en el pleno del Senado que había una serie de peculiares condiciones humanitarias que no se podían publicitar, al considerar el derecho a la intimidad del condenado. Así pues, contabilizando los casos publicados en el Boletín Oficial del Estado, vemos que el Gobierno del PP, en 2014, ha tenido 87 peculiares condiciones humanitarias. En 2012, el mismo Gobierno tuvo otras 534. De la misma manera, en 2004 hubo 320; en 2006, 517; y en 2007, 543 indultos. Encontramos, pues, múltiples motivaciones subjetivas y discutibles. Eso sí, supuestamente humanitarias.

Pero aún más discutibles son algunas de las razones objetivas dadas a conocer. Hablemos de Ángel Acebes, que en diciembre del año 2000 emitió 1.333 indultos en un solo día. Sí, lo han leído bien. Pero si les sorprende tan exorbitada cantidad, prepárense para los argumentos que los facilitaron. Se debieron -no lo digo yo, así está recogido en el Diario de Sesiones del 13 de diciembre de 2000- a que confluyeron dos acontecimientos excepcionales: el cambio de milenio y la petición formulada por el Vaticano a todos los gobiernos del mundo en el Año Jubilar. No, no se pellizquen. Lo han vuelto a leer bien.

No se trata solamente de dos argumentos absolutamente peregrinos, sino que además parecen sacados de otra época. ¿Tal vez el entonces ministro de Justicia era un agente doble, como los de la serie de TVE, y confundió la puerta del tiempo que debía franquear? Es una pena que, con el mismo Papa y el mismo presidente de Gobierno (uno, el ahora santo Juan Pablo II; el otro, el nada santo José María Aznar), no se hubiera hecho el mismo caso a la Santa Sede cuando conminó a los presidentes de Estados Unidos, Reino Unido y España a detener la injusta guerra contra Irak, con las consecuencias tan injustas que ha tenido y sigue teniendo.
Ha habido indultos a condenados por delitos de terrorismo o por corrupción y no entro en si tiene o no tiene que haberlos, pero está claro que estos deben estar regulados y no depender de ninguna bonhomía, ni de ningún gobierno que en un momento determinado emplee razones tan peregrinas como las citadas.

Entre tanta arbitrariedad, el Tribunal Supremo ha llegado a llamar la atención sobre un indulto concedido por el Consejo de Ministros a través del ministro Alberto Ruiz Gallardón. Se trataba de un conductor kamikaze que provocó la muerte de un joven. El Alto Tribunal paralizó el indulto de aquel, digamos, irresponsable -que, curiosamente, estaba siendo defendido por el bufete en el que trabajaba el hijo del ministro- por no adecuarse a las exigencias de la propia ley.

En los últimos años, los indultos han descendido: hubo 320 en 2004, 517 en 2006, 544 en 2007 y 534 en 2012; pero han decaído hasta los 204 en 2013 y los 87 de 2014. Descenso motivado por el cada vez más notorio desencanto popular, que ha hecho que el Ejecutivo se sienta presionado. Aunque podría considerarse una noticia esperanzadora, conviene pasarla por el cedazo de la relatividad: son mejores datos solo si están basados en la verdadera justicia, pero en nada comparables a los 43 indultos otorgados por el gobierno de Obama… ¡en seis años! Es decir, un país con 350 millones de estadounidenses ha dado en seis años la mitad de indultos que el Estado español, con 47 millones de habitantes, en un solo ejercicio.

Independientemente del color político del Ejecutivo, la ley vigente es arbitraria, poco transparente en la toma de decisiones y totalmente absolutista. Esta vez ha sido el rodillo de la mayoría del Grupo Popular la que ha echado atrás la Proposición de Ley, aunque nos ha emplazado a esperar a que sea el Gobierno el que traiga un texto. De alguna manera, reconocen la necesidad de una modificación de la ley vigente, que exige un cambio radical ante una discrecionalidad que no es de recibo en pleno siglo XXI.

Además de ser justa, la ley debe de ser igual para todos. No es admisible recurrir a la ingeniería jurídica para alargar algunas penas, instaurar una pena de prisión permanente revisable -una cadena perpetua con un final indefinido y arbitrario-, habilitar a las víctimas para que puedan recurrir los permisos y la libertad de los presos -como establece el recién aprobado Estatuto de los Damnificados- o, claro está, aplicar indultos sin justificación lógica.

Dice el historiador Paul Preston que quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores. Por eso es importante mirar al pasado: bien para aprender a evitar esos errores, bien para repasar someramente la historia a través de una serie de ficción. Lo que no se puede admitir es que nos quedemos anclados en el pasado en aspectos en los que es necesario adaptarse al presente y anticiparse al futuro.

miércoles, 1 de abril de 2015

Eutsi egunero euskararen lekukoari!


Igandean amaiera eman zitzaion hemeretzigarren Korrikari. Aurten niretzat berezia izan den aitaren egunean hasi zen gure ama-hizkuntzaren aldeko lasterraldia Urepelen eta, Euskal Herri osoan zehar euskararen lekukoa eskuz-esku eraman ostean, Bilbon bukatu zen. Aukera paregabea izan da, beste behin, gure euskaldun ahalmena agertzeko; euskahaldun izateko, Korrikaren leloak zioen legez.
Parte hartzeko aukera izan dudan arren, egun horietan beharrizanek Madrilera ere eraman naute, Senatuko osoko bilkuran izateko. Bertan, hainbat gairen artean, gure Taldeak Estatuak Euskal Autonomia Erkidegoan duen Administrazioa euskaraz agiri ofizialak tramitatzeko prestatuta dagoen ala ez galdetu zion Administrazio Publikoko ministroari. Baietz erantzun zuen Montorok, zer bestela? Dena dela, bere erantzunetik benetan harritu ninduenak euskararen aldeko laudorioak izan ziren, batez ere gure hizkuntza “Estatu espainiarraren nortasun ezaugarritzat” jo zuenean.
Espainiako Gobernuak hitzetan baino erakusten ez duen aldarrikapen honi buruz gauza asko esan daitezkeen arren, Estatuko Gobernuaren irizpide eta gizarte osoaren isla diren esparru horretako komunikabideek euskarari egiten dioten jarraipena ikustea besterik ez dago “nortasun ezaugarri” honi batzuek ematen dioten garrantzia antzemateko. Esate baterako, Korrika berarekin: hizkuntza baten alde hamaika egunetan zehar herri oso bat kalera atera duen ekimen batek ez du merezi izan aipamenik txikienik ere; aurten bertan omendu duten Durangoko liburu eta disko azokak hutsaren hurrenera hurbiltzen diren minutuak izan ditu medio handietan berrogeita hamar urtetan zehar euskal kulturaren hitzordu garrantzitsuenetakoa izan arren; eta beste hainbat ahanztura ere aipa daitezke gure hizkuntzan aritzen diren idazle, abeslari edo gainontzeko sortzaileen inguruan. Eurenak direla esan bai, baina benetan ez dituzte bere ikusten.
Egun askotan Madrilen lanean aritzen naizela aipatu dut arestian eta han, jakina, zailagoa da euskaraz hitz egiteko aukera izatea; Senatuan horretarako zortea badugu, bai EAJren lantaldean eta bai hemizikloko gure hitzaldiak itzuli egiten dituztelako, baina Kongresuan horretarako aukerarik ere ez diete ematen euskal ordezkariei. Tamalgarria da, baina, lankide batek esaten duen moduan, garrantzitsua ez da Madrilen euskaraz mintzatzea, Euskal Herrian egitea baizik. Horregatik, eskuz-esku eraman dugun euskararen lekuko fisikoa hurrengo Korrikaren ediziora arte gordeta izango den arren, ez dugu euskararen mintzoaren lekukoa gorde behar; atera dezagun egunero kalera, lanera, plazara... Euskarak egiten gaitu euskaldun.

lunes, 23 de febrero de 2015

Sortu no crea puentes





Dice un proverbio galés que “el que quiera ser líder debe ser puente”; algo así debió pensar Hasier Arraiz hace cinco meses cuando expresó en el Parlamento Vasco su voluntad de realizar un nuevo planteamiento político que permitiera avanzar en el acuerdo entre las diferentes formaciones políticas vascas. El objetivo era, y sigue siendo loable: proponer una “nueva terminología” que limara aristas, aproximara posiciones  y permitiera alcanzar acuerdos de país en el ámbito de la Paz y la Convivencia.

Creo en la palabra y creo en los puentes; por eso precisamente tuve que leer dos veces las declaraciones que cualificados  portavoces de Sortu realizaron  el pasado fin de semana. Este es el primer pilar que proponen para el puente: Sortu acusa a la Ertzaintza de “haber formado parte de la maquinaría de guerra del Estado español”. No contentos con ello, calificaron a la Ertzaintza de “enemiga del pueblo”. A continuación afirmaban con la rotundidad que les caracteriza que el pacto de Ajuria Enea “ha dado cobertura política a la tortura”. Y para finalizar, de momento,  anclaban un último pilar declarando  en relación  a los partidos políticos vascos  que “algunos no quieren que el conflicto se solucione porque les permitió robar a manos llenas.” Fin de las citas, de los pilares y de los puentes.

Esta es la extraña manera de tender puentes y favorecer  acuerdos que practica Sortu; arremete e insulta sin ningún  miramiento a las instituciones vascas y cuando el Lehendakari publica un comunicado para  defenderlas, la reacción de Sortu no se hace esperar: más insultos y más descalificaciones, ahora también contra el propio Lehendakari. En cinco meses el viraje de Arraiz ha sido de 360 grados, toda una vuelta retórica para reinstalarse en su lugar de siempre, la soledad de quien se atrinchera en la comodidad de su dogmática ortodoxia.

La prioridad de Sortu no es una estrategia de acuerdos de País para la normalización de una sociedad castigada por la violencia durante muchos años. Su prioridad es táctica, elevan el volumen para afrontar las próximas elecciones municipales y forales con el  mayor ruido posible.  En realidad priorizan sus “asuntos internos”, tratando de impedir que se hable de sus propias disputas y  contradicciones, tratando de evitar una evaluación pública de la nefasta gestión realizada en unas instituciones que han pretendido gobernar a golpe de imposición permanente.

La izquierda abertzale tiene que asumir su propia responsabilidad, no puede pretender que la sociedad admita su pretensión de aplicar la exigencia máxima para los demás, eludiendo la suya propia. La sociedad vasca está esperando y va a exigir a Sortu lo que ha prometido, esto es, un “nuevo discurso en el terreno de la Paz y Convivencia.” Lo que se espera y procede es que Sortu  plantee un nuevo suelo ético y no lo que están haciendo: arrastrar de nuevo la ética por los suelos.

Las recientes afirmaciones de Sortu son incomprensibles en boca de quien habla de tender puentes y favorecer acuerdos. Pero, sobre todo, son injustas para las instituciones que han trabajado por tratar de superar un conflicto que durante medio siglo ha costado la vida y mucho sufrimiento a demasiadas personas.  Me vienen a la memoria, entre otras, imágenes como la de Juan Mari Jauregi y su familia; la viuda de Josu Leonet y su hija, con menos de un año el día que asesinaron a su padre un 22 de febrero; también la de Fernando Buesa o José Ramón Recalde a quienes se ha recordado y homenajeado esta misma semana, junto al Ertzaina Jorge Díaz. ¿Qué dice de esto la izquierda abertzale? ¿Lo de siempre? ¿No merece ninguna valoración ética o política? Ahora que se acercan las Elecciones Municipales, ¿no tienen nada que decir a los más de 2.500 concejales y miles de ciudadanos vascos que durante años han tenido que vivir escoltados por la amenaza de ETA?

Es indignante que quién calló ante estas realidades, hable ahora precisamente para pedir cuentas, para “hacer la autocrítica” a los demás. La izquierda abertzale no quiere acabar de asumir  que la ciudadanía vasca ha vivido todos estos años con una gran congoja. No quiere acabar de entender el sufrimiento padecido por tanta gente que ha visto, y sigue viendo, condicionada su vida. Es muy difícil trabajar una política común con quien no sabe o no quiere escuchar al diferente. Con esta estrategia del grito, el insulto y la provocación quizá logren apretar sus filas, pero desde luego se están encerrando en su propia orilla. Si esa es su pretensión, al menos,  que no nos hablen de puentes.

A la vista de toda esta sinrazón de Sortu, tanto el Lehendakari como el Partido Nacionalista Vasco han querido poner de manifiesto la defensa y dignidad de las instituciones vascas. La reacción de Sortu ha sido, una vez más, la peor de las posibles. Se vuelven a equivocar, porque en realidad lo que necesitan es  ser  conscientes de que son deudores más que acreedores de una explicación a una sociedad vasca que cada vez atiende y entiende menos a quien retrocede en lugar de avanzar, a quien se encierra sobre sí mismo y destruye los puentes que en realidad debería contribuir a crear.


sábado, 14 de febrero de 2015

INNOVACIÓN POLÍTICA

                
                  
                  
                  
 
 

lunes, 26 de enero de 2015

La luz es amiga de la verdad



Se acaba de constituir, por primera vez en la historia del Estado español, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, en el que tengo el honor de tomar parte como representante del Senado. Un honor, como digo, pero también una gran responsabilidad, no en vano se mirará con lupa no solo nuestro trabajo en este ámbito sino también nuestra propia actividad política y la del Partido al que representamos. En unos casos, para cerciorarse de que somos gente digna de pertenecer a ese nuevo órgano; y en otros, para buscar la más mínima mácula que permita la posibilidad de empañar nuestro nombre.
Es el momento político que nos ha tocado vivir. A unos les impulsa la lógica desconfianza generada tras casos y casos de tropelías y abusos de poder por parte, no lo olvidemos, de una pequeña fracción de la clase política; a otros, por el contrario, les alimenta el interés de lograr el descrédito del adversario político a falta de argumentos para proponer un atractivo proyecto propio.

A unos y a otros les puedo asegurar que afronto esta responsabilidad sin temor alguno y sí absolutamente comprometido –tanto en mi papel de representante público como en el de integrante de este Consejo de Transparencia y Buen Gobierno– a trabajar para lograr la transparencia en las instituciones. Con la misma rotundidad aseguro que si entiendo que con el trabajo que puedo aportar no respondo a las necesidades y preocupaciones de la ciudadanía, evidentemente me iré.

Sé que partimos con un ‘menos diez’ de credibilidad por parte de la ciudadanía en este sentido, pero trataré de que mi labor en ella sea un instrumento que sirva para lograr consensos en favor de que las instituciones sean transparentes. Debe ser una comisión con un verdadero sentido crítico y vigilante. La luz es amiga de la verdad. Hoy no se traslada ese espíritu de transparencia y nuestro objetivo tiene que ser que las instituciones obtengan un ‘diez’ en este ámbito.

En mi opinión, transparencia significa que el acceso a la información para la ciudadanía debe ser sencillo, que se le facilite acceder a todo aquello que le preocupe de manera comprensible. Por ello, nuestra primera labor consistirá en la revisión del portal de la transparencia, recién puesto en marcha, porque entendemos que para la gente no está resultando fácil, no está resultando eficaz. Tampoco ayudan actitudes como la de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, que se oculta tras pantallas de plasma y en encuentros con la prensa sin admitir sus preguntas, coartando así su labor informativa.

El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno es un organismo autónomo e independiente, por lo que confío en que la presencia de la vicepresidenta y de otros representantes del Gobierno central en su acto inaugural no tenga otro significado que el traslado simbólico de todo su apoyo a este nuevo órgano, que no sea más que un gesto para animarnos a trabajar con tesón y honradez. Este Consejo no se ha creado para arreglar la imagen de nadie. Tampoco debe ser un instrumento que dé a entender que asumimos que la opacidad y la mala praxis son problemas que afectan a todos los partidos políticos, gobernantes e instituciones por igual, y poder diluir así las responsabilidades que deben corresponder a cada uno.

No es casual, por ejemplo, que en Euskadi la ciudadanía perciba que hay menos corrupción en la política vasca que en el resto del Estado español. Eso es así gracias a unas instituciones de carácter plural que gobiernan vigilantes a la vez que de manera cercana al ciudadano, pero también a nuestra manera de entender la política como servicio público, a unos valores. Personalmente, valoro muchísimo más que mi familia esté orgullosa de mí que todo el crédito político que pudiera tener.

Veremos lo que depara el desarrollo de este Consejo de Transparencia, al cual accedo con ilusión debido a que es un instrumento que, lejos de limitar nuestro quehacer político, debe permitirnos el desarrollo de un código ético que nos ayude a recuperar la credibilidad de la ciudadanía para con la clase política.


“Ilargia argi da, baina eguna beti egun”, dice el viejo refrán en euskera. “La luna refleja la luz, pero el día siempre es el día”, recuerda sugiriendo que a mayor transparencia, más garantía de honradez. La ciudadanía nos demanda transparencia y honradez, y por eso debemos ofrecerles administraciones de cristal.