sábado, 10 de septiembre de 2016

El ‘Guernica’ debe erigirse sobre sus raíces
Hoy se cumplen 35 años del traslado del cuadro ‘Guernica’ desde Nueva York hasta Madrid. Gracias a este acercamiento, muchos vascos y vascas tuvimos ocasión de contemplar por primera vez el célebre cuadro de Picasso, icono del arte del siglo XX y, para nosotros, expresión del sufrimiento y el dolor que padecieron nuestros antepasados en una guerra que les fue impuesta de manera injusta y cruel.
Para mucha gente este hecho simbolizó el punto final de la Transición, sin embargo para los vascos el acercamiento del cuadro, como la propia transición, tan solo supuso un punto y seguido en nuestras reivindicaciones.
De hecho, nuestro objetivo es que el ‘Guernica’ se exponga en la tierra que da nombre al cuadro; en el lugar que el 26 de abril de 1937 sufrió la barbarie en la que se inspiró Pablo Picasso, la que quiso condenar a través de su desgarradora expresión artística; en la nación en la que aún residen varios testigos de aquel oprobioso ataque acerca del cual aún no han recibido perdón alguno por parte de ningún Gobierno del Estado debido a la responsabilidad de España en aquel acto; un perdón que sí pidió el Gobierno alemán hace ya 19 años, por la participación de la Legión Cóndor en el ataque aéreo.
Pero el Gobierno del Estado niega a los gernikarras y a los vascos ambas posibilidades: la del perdón a las víctimas y la del traslado del cuadro hasta el lugar en el que arraigan las raíces de la obra artística de Picasso. La excusa para la primera es que el ataque fue ordenado por un gobierno ilegítimo formado tras un golpe de Estado, hecho que contradictoriamente tampoco condenan, mientras que para la segunda, las complejidades técnicas sirven como argumento para esconder que en realidad se trata de un motivo político.
Han sido muchas las iniciativas presentadas por EAJ-PNV en relación al traslado del “Guernica” a Euskadi. Tan solo en el Senado hemos realizado preguntas en Pleno, a los ministros y al propio Presidente del Gobierno; Preguntas y Mociones en Comisión; Interpelaciones a ministros; entrevistas con la Directora del Museo Reina Sofía... Pese a nuestros repetidos esfuerzos sólo hemos obtenido la negativa por respuesta.

El próximo 26 de abril será en el año 2017; es decir, se cumplirán 80 años desde que la barbarie y la crueldad sobrevolaran Gernika dejando a su paso fuego, muerte y desolación; elementos que Pablo Picasso plasmó de manera acertada e impactante en su maravillosa obra.  Cientos de personas murieron entonces y miles de gernikarras que fueron testigos de la infamia han ido falleciendo con el transcurso de los años sin que nadie les hubiera pedido perdón por ese sufrimiento ni por los cuarenta años de humillación que supuso el silencio impuesto por el régimen del dictador. Aún quedan varios supervivientes para quienes sería un gran homenaje y una muestra de perdón que el cuadro que mejor simboliza la barbarie de la guerra y, más concretamente, del bombardeo de Gernika llegara, por fin, a su verdadera casa. A sus raíces.

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