jueves, 29 de septiembre de 2016


Partidos de hoja caduca
Es inevitable comenzar el artículo de hoy haciendo una referencia a la situación del Partido Socialista Obrero Español. Vaya por delante que, evidentemente, no me considero quién para juzgar lo que ocurre en casa ajena, pero cierto es que Zapatero tampoco es que dejara la casa socialista fácil de gestionar.
Estas cosas llevan tiempo, pero sobre todo necesitan unidad. George Lakoff considera este tipo de situaciones como un mal endémico de la gente de izquierdas; “a menudo piensan que el suyo es el único modo de ser progresistas, lo que impide que gentes que comparten valores progresistas lleguen a unirse”, razonó el investigador norteamericano. La derecha, en cambio, habitualmente sabe permanecer más hermética. Parece evidente que es necesario que haya liderazgos fuertes, pero liderazgos gestores de equipos, de personas y de acuerdos.
Por otro lado, esta semana ha tenido lugar el primer Pleno de esta preocupante y convulsa legislatura. Digo preocupante, porque hoy es el día en el que todavía no sabemos si habrá que convocar terceras elecciones o no; si bien es cierto que en los mentideros madrileños apuestan porque la crisis del PSOE finalizará posibilitando un Gobierno de Mariano Rajoy.
Probablemente el PP prefiera repetir las elecciones y ahondar en la distancia con respecto a sus seguidores. Pero el que verdaderamente entiendo que va a poder aprovecharse de esta situación crítica que está viviendo el PSOE es Podemos. Es verdad que la coalición de nuevo cuño también está viviendo sus crisis internas (una vez más volvemos a recordar a Lakoff); pero creo que van a  mostrar una capacidad de adecuarse a la nueva situación e intentar sacar provecho de la debilidad socialista. Empleando de manera jocosa el dicho popular, a los morados les ha bajado a ver la Virgen del Amor, con la medalla de oro concedida por el ministerio de Fernández Díaz incluida.
En lo que respecta a la primera sesión plenaria en la Cámara Alta que acabamos de finalizar, está claro que esta ha tenido una estrella, que no es otra que Rita Barberá; la exalcaldesa de Valencia que esta semana ha estrenado Grupo parlamentario. Sinceramente, e independientemente de la situación procesal en la que se encuentra, pienso que hay medios y senadores que han tenido un comportamiento inadecuado hacia una persona que tiene un escaño porque una Cámara legislativa lo ha querido. A partir de ahí se pueden hacer muchas valoraciones subjetivas, pero lo que sí creo imprescindible es que lo que vaya a plantear en relación a la senadora se deberá hacer con rigor.
En su hasta ahora Grupo, el Popular, parecen no haber aprendido nada en los últimos cuatro años, no ha sabido asumir sus resultados electorales en los que la ciudadanía le ha sancionado con dos derrotas consecutivas; no en vano, pese a ser la formación con mayor apoyo, hasta tres millones de personas les ha retirado su confianza con respecto a 2011. Lejos de darse por aludido, sigue con la misma actitud, con la misma prepotencia que en ocasiones anteriores. Pienso que es poco inteligente. Es posible que tenga una oportunidad de gobernar con más escaños que los que los ciudadanos hubieran querido en primera instancia; pero, o se moderniza y se convierte en un partido de centro derecha europeo, o quedará como un partido caduco y de carácter rancio.

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